Ya sabemos que los sillones sirven para muchas cosas. Por eso la tela de este es muy duradera y sus patas están colocadas para que sea muy estable.

Para un niño es más importante de lo que parece tener un sillón propio, a su medida. Le hace sentirse mayor, participar, le ayuda a comprender el mundo que le rodea e interactuar con él.

Tu hijo se puede apoyar en el respaldo y relajarse, poner los pies en alto y leer un libro o agarrar el mullido reposabrazos cuando ve una película de miedo. Todo lo que necesitamos después de un día intenso.

Los niños son más pequeños y no se sientan como los adultos. Les gusta moverse de un lado al otro y pueden convertir un sillón en una isla desierta o en un cohete espacial. Por eso este tiene un asiento fijo en vez de un cojín suelto.