1. Almacenaje simplificado
Si no tienes un armario, puedes usar el almacenamiento abierto, que mantiene las cosas en orden. Aquí usamos un organizador de ducha y lo pusimos en la habitación del lavado. La canasta de metal y los ganchos crean un estilo perfecto de spa relajante. También es una solución sin perforaciones que hace que sea fácil de trasladar.
Ver todos los organizadores de ducha2. Agarra las asas y vete
Con suficiente espacio para llevar 60 litros de ropa, esta bolsa del lavado es perfecta para familias con mucho que lavar. La capa interior la protege de la humedad, y las rayas le añaden un toque elegante a tu espacio. Y cuando esté vacía, dóblala.
3. Un rincón de respiro para tu ropa planchada
Dedica un sitio específico en tu pared (que no ocupe espacio necesario en el piso) para la ropa que va a ser planchada o que ya has planchado. El riel en negro le da actitud a tu lavado y los colgadores ligeros de bambú harán que tus blusas y camisas estén en su lugar.
Ver todos los ganchos y colgadores4. Cose un agujero, remienda una costura
Cuidar de tu ropa correctamente hará que su vida sea más larga, así que está bien tener un pequeño kit de herramientas a mano en tu espacio de lavado. Estas cajas son ligeras y fáciles de mover, y el bambú natural crea una sensación de comodidad y calidez.