Cómo organizar y distribuir la cocina de un piso compartido

Cómo repartir el espacio de una cocina compartida

Cada cocina en cada casa es un mundo y por eso, nadie mejor que ustedes para saber exactamente el espacio que tienen. Sin embargo, verás que hay truquitos, más o menos sencillos, que pueden ser el ‘a, b y c’ perfecto de tu cocina.

Lo ideal es que primero repartan equitativamente los cajones y armarios disponibles para almacenar la comida personal de cada compañero. ¡Sean justos! Reserven, además, uno extra (o por lo menos algún estante) para colocar todas las cosas de uso compartido, como podría ser el aceite, los paquetes de sal y azúcar, los condimentos…

¡Ah! Y un consejo, juguen con las alturas. Si reparten los armarios en función de la altura de cada persona, resultará más fácil acceder a las cosas y reduciran el uso del taburete para llegar a ese último tarro olvidado que se quedó al fondo.

No dupliquen el menaje de cocina

Hablando con sinceridad… ¿Realmente les hace falta siete sartenes del mismo tamaño? Si los utensilios de cocina son compartidos, lo mejor es no duplicar en exceso el número de ollas y sartenes. Lo importante en toda cocina (compartida o no) es tener los utensilios adecuados para nuestra forma de cocinar. ¿Sabes que hay una sartén perfecta según tu tipo de cocina y frecuencia de uso? Descubre cúal es la tuya aquí.

Y hablando de almacenaje, las ollas siempre es mejor tenerlas en armarios bajos, pero con las sartenes hay un poco más libertad. Estas se pueden guardar de tres formas distintas: apiladas unas encima de otras de mayor a menor tamaño, verticalmente en un soporte o separador de tapas o, por último, colgadas de ganchos. Este último método es una opción con la que se puede aprovechar para decorar la pared. Consejo: solo pon un par en la pared para que el efecto sea favorecedor y no se sature la pared.

Más espacio en armarios y cajones

Muchos apartamentos de alquiler son un poco antiguos y algo que los caracteriza, en lo que a cocinas se refiere, son sus armarios altos. Aquí, lo recomendable, es que los apoyen en accesorios de almacenaje para acabar de sacarles todo el provecho posible a ese espacio que en un principio parece inservible.

Por ejemplo, un clásico que siempre viene bien es un estante adicional (como nuestro VARIERA) con el que conseguir doble altura. De esta forma, se puede agrupar y apilar todo el menaje, como vasos, tazas, platos y cuencos dentro de un mismo armario. También, se puede utilizar un portaplatos para colocarlos unos encima de otros.

Y ¿qué podemos hacer con los cajones? En este caso, es recomendable que, para los cubiertos, coloquen un separador sencillo de cubertería. Este permitirá tener siempre los cubiertos diferenciados y ordenados. Para los cajones un poquito más altos (e incluso para estantes y armarios también), se pueden utilizar cajas, como las de la serie VARIERA, para agrupar diferentes objetos, como los trapos y paños de cocina o tarros y botes con alimentos.

¡Ah! Si tienen alguna estantería al aire libre, una cesta colgante permitirá tener un espacio adicional perfecto para las papas u otras verduras y frutas que quieran tener en la despensa.

Aprovechar las paredes

Algo que nos encanta y siempre queremos aprovechar es el almacenaje en altura. ¿Te has detenido a pensar en el potencial de tus paredes? Y es que, colocando algo tan sencillo como un estante adicional (siempre con previo consentimiento del dueño o la dueña del apartamento), puede que consigas ese espacio extra que necesitas.

Existen muchos accesorios para ahorrar espacio en las paredes. Por ejemplo, si nunca encuentras un sitio específico para el paño de la cocina, se puede poner un colgador con adhesivo para no tener que hacer agujeros o dejarlo encima de la encimera o entre los pomos. Otro accesorio, muy práctico y que también es atractivo, es una barra magnética KUNGSFORS en la que se  pueden dejar colgados los cuchillos más grandes. Así no ocuparán espacio en los cajones y estarán siempre a la mano. También puedes colocar un riel y colgar ganchos para poner los principales utensilios, como los cucharones, las espátulas, las pinzas. Y sí, también puede ser un riel con ventosas para no taladrar nada.

La zona del fregadero

Como hemos adelantado, es mejor que siempre vayas lavando aquello que gastas y no satures el fregadero, aunque sabemos que a veces esto no es tarea fácil. Y es que esta zona es súper propensa a quedarse llena de platos, montones de vasos, y alguna que otra sartén, ya sea para lavar o para secarse.

¡Y más cuando se vive en compañía! Por eso, si no tienes un gran espacio para dejar que se escurra todo bien antes de guardarlo y necesitarás una ayuda extra, recomendamos colocar un escurreplatos plegable. Es maravilloso porque se puede poner en el sitio más conveniente en ese momento y guardarlo de nuevo cuando termine su función y así devolver todo el espacio que había ocupado. Te aseguramos que es tremendamente útil.

Y ¿dónde colocamos el jabón, la esponja y todos los complementos para el fregado manual? Nosotros damos tres opciones: la primera y más común, colocarlos justo al lado del fregadero con algún recipiente, la segunda, colocarlos en un soporte en la pared (como el que te hemos comentado en el punto anterior); y tercero, colocarlos en el interior de la puerta del armario de debajo del fregadero con un cesto con ventosas, de esta forma tendrás toda la superficie despejada y más bonita.

¡No te olvides del reciclaje!

Si no tienes espacio para un cubo entero para cada tipo de residuo, una buena solución es colocar un separador para el interior del cubo de basura. De esta forma, tendrás sitio para varios objetos dentro de un mismo recipiente.